Un informe de Gallup dibuja el panorama laboral actual. En este futuro próximo, la agilidad será clave y la formación una demanda que preocupa al 67% de los empleados. ¿Están las empresas preparadas para afrontar estos retos? Tanto el mercado laboral como la relación entre empleados y empleadores están evolucionando a una velocidad cada vez mayor.
La tecnología ya está aquí desde hace tiempo, lo que es evidente por cómo ha revolucionado las formas de atraer, retener, evaluar y formar el talento; pero también hemos asistido a la aparición de entornos cada vez más colaborativos donde la flexibilidad y la capacidad de trabajo en equipo se convierten en valores clave en la cultura de la empresa, sin apenas mencionar la seguridad laboral (de antaño). Ahora un profesional prioriza aspectos como su capacidad de trabajar en equipo mientras aprende continuamente a lo largo de su carrera; el resultado: menos gente busca trabajo per se frente a los que quieren hacer carrera
¿Que depara el futuro para las empresas?

La era digital
El aprendizaje es necesario para que las empresas evolucionen en función de lo que demande el mercado laboral en cada momento. Cuando se trabaja en red y con socios de otras empresas, los empleados tienen la oportunidad de intercambiar opiniones y aprender unos de otros, promoviendo un entorno en el que la empresa evoluciona al mismo tiempo que su talento. Los empleados necesitan mejores habilidades blandas que se valoran cada vez más hoy en día, como la flexibilidad, la versatilidad y la creatividad, para que puedan asumir nuevos proyectos dentro de la empresa o proponerlos ellos mismos a través del intraemprendimiento, otra tendencia que están adoptando más empresas en la actualidad.
El resultado: ¿Estás preparado? Polos de aprendizaje
Para que sus empleados se formen y evolucionen en función de lo que el mercado laboral demande en cada momento, las empresas deben convertirse en escenarios en los que se favorezca el aprendizaje de forma transversal entre departamentos -abarcando múltiples áreas de interés- así como multidireccional -mirando hacia el exterior en diferentes campos-. Esto significa que en cada proyecto debe haber oportunidades para que las personas puedan compartir pensamientos entre sí, lo que les permite crecer juntos mientras comprenden diversas perspectivas que luego mejorarán el rendimiento, En un entorno así no se trata sólo de mejorar las habilidades técnicas, sino también las personales, como la creatividad, la adaptabilidad o la autosuficiencia. Trabajar en red con colaboradores fuera de nuestras fronteras geográficas
